Consideraciones para el Montaje de un Acuario de Cíclidos Africanos
Consideraciones para el Montaje de un Acuario de Cíclidos Africanos
Cuando decidimos armar un acuario para cíclidos africanos hay ciertas consideraciones a tomar en cuenta, y en general no es el tipo de acuario recomendado para principiantes del acuarismo porque requiere de cierta experiencia en el manejo e instalación del acuario. Además, debido al temperamento de estos animales, puede ser muy frustrante y desalentador los resultados cuando no se siguen las pautas necesarias para el éxito.
Tamaño del acuario
Un acuario para cíclidos africanos no debería ser inferior a 200 lts, siendo el ideal de 400 lts en adelante. El porqué de este volumen de agua no está dado específicamente por las dimensiones de los peces, sino por la alta agresividad de los peces y la necesidad de poder crear suficientes territorios. Un acuario de menor volumen de agua es solo recomendado para crías juveniles en fase de crecimiento, pero una vez alcancen la madurez sexual, será necesario trasladarlos a un acuario de mayores dimensiones.
Filtración
Los africanos son muy exigentes en cuanto a la calidad del agua. Son muy poco tolerantes a niveles de amoníaco quizás bajos para otros peces, por lo que se requiere de filtros poderosos y de gran poder de filtrado (3 veces el volumen total por hora como mínimo) para mantener las condiciones del agua. Lo ideal es la combinación de filtro seco/húmedo o canister y filtros mecánicos para óptimos resultados. Los primeros aseguran un buen filtrado biológico que degrade el amoníaco producido por la materia orgánica en descomposición, y los últimos, la cristalinidad del agua eliminando partículas en suspensión.
Filtro Externo |
Filtro interno |
Temperatura
El rango óptimo es alrededor de 26ºC, con un intervalo entre 24°C y 28°C, con leves oscilaciones si se quiere incentivar el apareamiento o reducir el metabolismo de los peces.
Especies a elegir
Este punto es definitivo para tener buen éxito con los africanos. Hay un mito popular en el acuarismo, que si son “cíclidos” se pueden poner todos juntos. ¡Gran error! No todos los cíclidos requieren de las mismas condiciones de agua, alimentación y comportamiento. Debemos seleccionar bien qué africanos vamos a elegir si es un acuario comunitario. Como regla general, siempre el pez grande se come al chico. Además, si tienen requerimientos alimenticios opuestos como los Mbunas y los Haplos, es necesario definir una dieta apta para ambos grupos. Especies menos agresivas como los Aulonocaras, sufren muchísimo el stress generado por especies más agresivas como la mayoría de los Mbunas: Melanochromis, Pseudotropheus. Los compañeros ideales de los Aulonocaras son las otras especies de Haplochromis: Cyrtocara moori, Placidochromis elektra, Nimbochromis venustus, Copadichromis borleyi.
Placidochromis Elektra |
Copadichromis Borleyi |
En el caso de los Tanganyika, jamás poner juntos Frontosas o Compressiceps con nigripinis o caudopunctatus, ya que estos últimos en la naturaleza son las presas preferidas de las primeras. Y aunque al comienzo cuando son chicos no pase nada, luego al crecer, las especies grandes van a ir devorando a los casi enanos uno a uno durante la noche y primeras horas del amanecer. Los cíclidos que forman colonias, son ideales para mantener entre especies de iguales características, ya que tarde o temprano, se adueñan del acuario y por su alta agresividad terminan estresando y agrediendo a todos aquellos que se crucen en el camino de su pequeña prole.
Dimidiochromis Compressiceps |
Neolamprologus Caudopuncatatus |
Decoración
Olvídense de decorar los acuarios al estilo abundante de los plantados ya que esto no funciona para los africanos. En primer lugar son excelentes paisajistas y decoradores. Aman remover el fondo y desplantar cualquier tipo de materia vegetal, aún aquellas que parecen bien ancladas. Además, las especies vegetarianas se comerán todas aquellas plantas tiernas. El destrozo ocasionado por uno y otro motivo, contribuye a aumentar la materia orgánica en descomposición, con la consecuente acidificación del agua, que es muy malo para los cíclidos africanos. La mejor decoración es basada en rocas y áreas arenosas libres para el nado de las especies más grandes. Excepcionalmente se puede usar algún tronco, pero no muy grande por el mismo motivo de la acidificación anteriormente descrita. Para los africanos no hay nada mejor que la arena para el fondo. Puede ser de granulometría variada dependiendo del gusto del acuarista, pero es el sustrato ideal para este grupo de cíclidos. Además, contribuye como buffer al mantener el pH del agua más estable.
Mantenimiento
Para mantener las buenas condiciones del agua, además del filtrado, es necesario hacer cambios regulares de agua, aproximadamente un 30% por cambio, con una frecuencia mínima de 1 vez por semana a 20 días máximo. Esto dependerá de la cantidad de superpoblación, tamaño de los ejemplares y alimentación. La limpieza debe incluir un sifoneado del fondo del acuario, para eliminar la mayor cantidad posible de detritus que deterioran la calidad del agua. Los filtros se deben limpiar también regularmente para asegurarse que cumplan bien su función. Filtros obstruidos y sucios, disminuyen el volumen de agua filtrada y movilizada.
Reproducción
La mayoría de los africanos son incubadores bucales. Esto quiere decir que tras un breve cortejo, la hembra deposita los huevos sobre una roca o hueco en la arena, para luego juntarlos en su boca. El macho libera su esperma y la hembra lo junta en su boca fecundando los huevos. Cabe notar, que es por eso que muchos machos de cíclidos africanos, poseen en su aleta anal, 2 o 3 señuelos (ocelos) en forma de huevos, que son para engañar a la hembra e inducirla a juntarlos, momento en el cual puede liberar el esperma y asegurarse que los huevos en la boca de la hembra sean fertilizados. Las hembras llevarán los huevos en su boca durante todo el período de desarrollo de los huevos y primeras etapas de vida de los pequeños alevines. El estado al cual los acuaristas llamamos comúnmente estar “Embuchada” es notorio y característico, porque la hembra aparece con sus mejillas hinchadas y la parte inferior de la boca, la papada, prominente, indicando que está alojando los huevos que luego se convierten en alevines. Dependiendo de la especie, el tiempo de incubación será de 15 días a 30 días. Aún después de nacidos y desarrollados, las hembras continuarán cuidando a sus crías si se le permite, liberándolos para nadar si se siente segura que no hay peligro para ellos y permitiéndoles esconderse en su boca ante la menor señal de peligro. En el acuarismo muchas veces, una vez que notamos que los alevines están ya bien desarrollados, los acuaristas forzamos a la hembra a liberar a sus crías para evitar que el período de ayuno sea demasiado largo con la consecuente pérdida de peso de la hembra. Esto se logra tomando a la hembra delicadamente con las manos y utilizando un escarbadientes o la tapa de un lápiz bic, abrirle la boca y lograr que ésta escupa las crías. Una vez que vemos que ya no hay crías en su boca, podemos liberarla en otro acuario para que se recupere y comience a alimentarse.
Hembra Labidochromis Caeruleus embuchada |
Agradecimientos a Luis Cáceres por la información.
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